👨💻🇺🇸 El milagro de ver las elecciones de Estados Unidos como si fuera una gala de Eurovision
La primera entrada de The Pop Type ha llegado.
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Me estreno con algo que no me he podido quitar de la cabeza los últimos días: las elecciones de Estados Unidos. Pero sobre todo, la importancia de comunicarlo bien. ¡Espero vuestros likes y comentarios!
8 de noviembre, Madrid
Cuando en 2016 Trump ganó las elecciones tenía 17 años y estaba en segundo de bachillerato. Antes de ir a clase miré el móvil y al meterme en Google yo solo veía un mapa, dos colores, y una barra que marcaba 270 en el centro mientras en un extremo aparecía ‘Donald Trump’ y en el otro ‘Hillary Clinton’. Yo quería entender algo, porque siempre me gustó saber cosas, pero la verdad es que no entendía nada. Me metí en Twitter y pregunté: “¿Quién ha ganado las elecciones de Estados Unidos?”. De la respuesta no me acuerdo, pero mi cerebro pensó que era igual que en España, que al llegar a x hora se sabía el ganador, daba el discurso y listo. Tampoco me acuerdo qué día de la semana era, pero a las 8:30 tenía historia de España. Al entrar en clase, hablamos de las elecciones. Creo que ninguno de los alumnos de aquella sala tenía idea de cómo funcionaba el voto en Norteamérica, pero nuestro profesor de historia hizo un vago esfuerzo por explicárnoslo. “El voto popular no corresponde al voto electoral”, dijo. Mi cerebro cortocircuitó. ¿Cómo? ¿Qué del voto de los ciudadanos no dependía escoger el presidente? Pero la ambición de entenderlo paró ahí. Primer error. El 20 de enero de 2017 Donald Trump juró el cargo y a mí ya se me había olvidado que no entendía cómo se elegía presidente.
En septiembre de ese mismo año empecé periodismo (y a pesar de que primero de carrera fue una mierda), tuve Ciencias Políticas. No aprendí nada y saqué un 5. Tener depresión no ayudaba, la verdad, pero me leí El desmoronamiento. Treinta años de declive americano, de George Packer. Tenía que escribir sobre un libro de economía o política y yo escogí ese porque me llamó muchísimo la atención. Tenía 528 páginas y me lo leí en cosa de una semana. Era el libro más gordo que me había leído nunca (hasta que llegó Harry Potter y la Orden del Fénix este agosto, con 921 páginas. Más vale tarde que nunca). Me fascinó (el de George Packer, digo. Harry Potter también): cuatro historias autobiográficas sobre la evolución de Estados Unidos desde 1978 hasta el 2012, remarcando la caída del país desde la crisis del petróleo. Mi cerebro hizo click por primera vez.
Pero seguía sin entender cómo se elegía al presidente.
Hasta esta semana.
La cara más carismática de estos días tiene 30 años, es alicantino viviendo en Nueva York, y ha conseguido acercar las elecciones de Estados Unidos a toda una generación con su carisma y naturalidad. Emilio Doménech (Alcoy, 1990) fue una cara más en el especial de las elecciones de Estados Unidos del pasado martes en laSexta. Acompañó a Ferreras durante esas 15 horas desde conexiones Madrid-Nueva York, aportando actualizaciones e interpretando cada avance de la noche (o día, según continente), electoral. A la mañana siguiente, Twitter España despertó con memes como “Maricopa” o “Domene”. El protagonista de esta historia comenzaba a destacar por sí solo. Doménech, que se mudó a Estados Unidos tras terminar Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, hizo un máster en Boston. A partir de ahí asentó sus bases en la política estadounidense y años más tarde ha compartido su entusiasmo, su pasión y su saber a mucha gente de nuestro país. Empezó en Newtral en 2019 y ha sido gracias al startup fundado por Ana Pastor que ha acabado en laSexta Noticias o en Al Rojo Vivo.
Del martes al miércoles estuvo 15 horas con Ferreras. El jueves se pasó otras 15 horas frente a twitch, la plataforma de transmisiones en vivo que le hace competencia a Youtube. Yo solo vi 5 de esas 15 porque cuando me fui a dormir llevaba 8, lo que creo que no estaba nada mal. Y es que las horas pasaban como un reality adictivo, como el 24 horas de OT, o como si eso fuera una gala de Eurovision. Con explicaciones amenas, concisas, y sobre todo, ENTRETENIDAS, Doménech, o Nanísimo, su usuario de Twitter y su marca personal, explicaba el proceso electoral de los Estados Unidos. La importancia del voto por correo, predicciones según la historia de los diferentes estados, la vitalidad del Congreso y el Senado en la representación estadounidense, y un largo etcétera de temas que ayudaban a entender el complejo sistema de voto. Todo esto acompañado de tweets para aquellos que no pudieran ver los livestream. Livestreams, que por cierto, han conseguido más de 300.000 visitas totales en los cinco que acumulaba en el canal de Newtral. Mantiene a una audiencia de cinco mil personas de media y el canal de la startup ha conseguido más de diez mil seguidores en menos de diez días. “¿Qué edad tenéis? Dejádmelo en los comentarios”, decía el periodista de Alicante en uno de los puntos muertos del directo del pasado jueves. Las respuestas eran muy variadas: desde la treintena hasta los 50, pasando por chicos y chicas de 20. Cuando explicas la política bien, da igual la edad.
Combinado con el recuento de los 50 estados, Doménech daba prenda suelta a su espontaneidad mientras sacaba su pancarta de “Hispanics for Donald Trump” mientras sonaba: “Ay por dios, yo voy a votar por Donald Trom. La buena vida, la economía, hazlo por tu familia, latinos por Donald Trom”. A pesar de que sea una anuncio real para la campaña del ya expresidente (nos dan igual los lloros y los pataleos) no podemos evitar no llevárnoslo a la parodia. Ha hecho del condado de Maricopa un meme en conjunto con Ferreras, y ha convertido ‘Dakiti’ de Bad Bunny y Jhay Cortez el himno de la victoria.
Si el 3 de noviembre ganó algo más de mil seguidores en su cuenta de Twitter, al día siguiente ganó más de dieciséis mil. De 40.000 a 100.000 en menos de una semana. Ha dormido 5 horas en 3 días y cuando ayer por fin durmió 8 tras conocerse que Joe Biden rozaba con las manos la presidencia, lo celebramos como madres orgullosas. Hasta Soy Pitita, la marca de camisetas personalizables, se ha unido al fenómeno Doménech.
Emilio, Domenech, Nanísimo o Domene, como queramos llamarlo, ha conseguido algo que llavaba mucho tiempo queriendo: no querer despegarme del ordenador para ver política. Cenaba con ello, no le hice ni caso a las clase online de Ciencia y Cultura del jueves mientras estaba pendiente a sus tweets, y actualizaba la tl por si anunciaban los datos del condado de Clayton o Maricopa. Ayer, mientras volvía del pueblo en coche, lo hacía viendo el informativo de laSexta a las 19 de la tarde. Y sé que no estoy sola. En mi tl de Twitter no se habla de otra cosa.
No sé cuando le durará el fenómeno. Yo espero que mucho más, porque ahora mismo pagaría por seguir aprendiendo la política estadounidense vía Twitch con Bad Bunny de fondo.
P.D: Si alguien ha llegado hasta aquí y todavía se acuerda del trabajo de George Packer y queréis saber cómo me fue, creo que fue mal. Me pedían una reseña y yo hice una sinopsis, puntos a favor y en contra y una opinión personal. Sé que no se nada periodismo todavía, pero dulce criatura, cuánto has mejorado y cuanto te queda por mejorar :)
Los Maricopers estamos aquí para ti
Elena de aquí al estrellato